Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena.

Aprovechando que han estrenado la película, he decidido leer esta novela que, a pesar del tiempo que ha pasado desde su publicación, siempre está presente en las librerías. Y, al leerla, me he dado cuenta de por qué una obra escrita en 1979 sigue llamando la atención hasta el punto de realizar una versión cinematográfica.

 Los renglones torcidos de dios es una novela trepidante en la que nada es lo que parece. Alicia Gould, una detective privado, es internada en un psiquiátrico con la intención de descubrir a un asesino. Sin embargo, el director que tenía que ayudarla, está de vacaciones y ninguno de los médicos conoce las verdaderas intenciones de la protagonista. No es una enferma más, eso es evidente. Pero, de eso ya advertía el diagnóstico inicial. Mientras dura su supuesta investigación, vamos descubriendo a esos renglones torcidos de dios, a los internos y sus dolencias, y a los médicos, enfermeras y enfermeros que se encargan de su cuidado. Y descubrimos la complejidad de la mente humana que parece no tener fin. Todo aderezado con la arrolladora personalidad de la protagonista que consigue encandilar y admirar a todos los que le rodean. 

Sin duda, una gran elección para disfrutar de la lectura. 

Cara de pan, de Sara Mesa

 

Hay libros que no necesitan de una retórica grandilocuente ni de una gran historia para emocionarnos intensamente. Es el caso de Cara de pan, una novela corta que impresiona por la profundidad de los temas que se esconden detrás de su aparente sencillez. 

Una amistad entre una niña de Casi catorce años y un Viejo de 54 nos lleva a meditar sobre el abandono de las personas que sufren cualquier tipo de marginación. Esta amistad tan poco probable, tan inadecuada, tan sospechosa..., que, sin embargo, no esconde nada más que lo que se ve: dos personas que se encuentran y se entienden sin pedir nada a cambio.

Pero, ¿lo entenderá el resto del mundo?

Obra maestra, de Juan Tallón

Entre la realidad y la ficción, esta novela nos va adentrando en uno de los robos más estrambóticos que podemos imaginar. Porque..., ¿cómo es posible hacer desaparecer una estatua de treinta y ocho toneladas? Un robo real se convierte en motivo de ficción y de reflexión sobre la naturaleza del arte y su significado. Richard Serra, escultor norteamericano, recibió el encargo de realizar una escultura para la inauguración del Museo Reina Sofía en el año 1986. La obra, Equal -Paralle/Guernica-Bengasi, se retira del museo unos meses después y se envía para su custodia a un almacén. Cuando quince años después se quiere recuperar la obra para su exhibición resulta que ha desaparecido. La empresa que la custodiaba ya no existe y no hay ninguna pista sobre su paradero. Años después, el Reina Sofía pide al autor que haga una réplica exacta de la misma obra para exhibirla de manera permanente. Pero, ¿esa réplica exacta se puede considerar un original como afirma el autor? En una apasionante mezcla de hechos reales y de ficción se presenta una profunda reflexión sobre el sentido del arte y sobre su significado. Las diferentes voces narrativas nos van abriendo el camino y las posibles respuestas, pero nadie sabe todavía lo que sucedió realmente y eso es lo que hace que la lectura de esta obra no deje indiferente a nadie.

Lluvia fina, de Luis Landero

El ochenta aniversario de una madre puede ser un buen momento para reunir de nuevo a toda la familia y olvidar viejos rencores. O no. Porque, cuando las rencillas están enquistadas y se reinventan cada día para mantenerlas vivas, es muy difícil seguir adelante como si no hubiera pasado nada. Lluvia fina es una novela en la que predominan las conversaciones y, sobre todo, la capacidad de escucha de Aurora, la auténtica protagonista, la mujer que recoge en silencio todos los secretos, todos los rencores, todas las vergüenzas... La historia se va abriendo paso a través de las llamadas telefónicas de toda la familia con la única ajena a todos, la que comprende y escucha sin juzgar. Desde los recuerdos de la infancia hasta la actualidad, Gabriel, Sonia, Andrea y la madre tienen continuos reproches de unos hacia otros. La búsqueda de la felicidad siempre se ve entorpecida por la carga de culpa que arrastran. Esa lluvia fina que es capaz de acabar con todo, hasta con la paciencia de Aurora.

Miguel Delibes. Centenario de su nacimiento.